Lo que saben en la Asociación de Empresas de Seguridad Privada y Transporte de Valores (Aseva) del robo del domingo en el Mall Plaza Egaña, en La Reina, es: que la directiva de funcionamiento del recinto señaló que ese día habrían 14 guardias de turno, pero eran 13; y que de todo el grupo, uno no contaba con su acreditación. Aldo Vidal, coordinador técnico de la asociación gremial, lo precisó este miércoles en ADN Hoy.
Luego, explicó una distinción: el vigilante privado, que tiene mayor capacitación, puede portar armas y está destinado a entidades estratégicas, como bancos, Metro y otros; y los guardias, que son la mayoría de la seguridad privada y que está en supermercados, tiendas, malls.
En ese sentido, señaló que más que un problema, “hay un desafío: no porque faltaron guardias o porque uno on estuviera acreditado llegaron estos delincuentes a robar la tienda del centro comercial. Convengamos que un guardia de seguridad no tiene ninguna capacidad de respuesta frente a delincuentes armados, con esa osadía y esa capacidad. El guardia hoy, con la regulación que existe, es un ente disuasivo: intenta disuadir la comisión de un delito. En lo que hay que enfocarse es en el cambio en la regulación: es impresentable que no tengamos una Ley de Seguridad Privada, que los guardias no tengan las capacidades”.
El nudo crítico, agregó más tarde, tiene que ver con la autoridad fiscalizadora, que es también la acreditadora: no está logrando responder a la demanda “en términos de contar con guardias de seguridad. . Hoy es muy difícil, para empresas grandes o pequeñas, poder tener la totalidad de sus guardias acreditados porque hoy no da abasto la autoridad fiscalizadora en generar la demanda de cursos, los exámenes que tienen que entregar, etc. (el OS10 de carabineros)”.