Señor Director:
Coincidimos en lo planteado por alcaldesas y alcaldes de diversas comunas del país: la seguridad municipal tiene nulas facultades en materia de seguridad, sin embargo, hay que ir más allá. Aunque se sumen atribuciones que permitan proteger a los vecinos, la clave está en la formación y capacitación de estos funcionarios. Actualmente en muchos lugares, la seguridad municipal llega antes que Carabineros a los llamados de emergencia de los vecinos, e inevitablemente, deben lidiar con acciones delictuales, pero sin tener la preparación necesaria, las facultades, ni las herramientas y equipamiento para hacerlo.
Si bien no son policías, su actuar de una u otra manera muchas veces, está asociado a tareas con altos niveles de riesgo, esto hace urgente que, junto con su fortalecimiento en atribuciones, también se fijen parámetros de formación y capacitación estandarizados, que respondan a una malla curricular y a una certificación, para que sean inspectores municipales validados y puedan servir en cualquier comuna del país. Las últimas agresiones a funcionarios municipales deben ser un punto de inflexión y un llamado de alerta a los legisladores para avanzar en medidas que fijen claramente el rango de acción de estos equipos.